Ingredientes: (Para 1 persona)
- 1 Pechuga de pollo
- 1 Brócoli grande
- 1 Limón
- 40ml Aceite de oliva virgen extra
- 25 Vino blanco o tinto
- Tomillo seco
- Romero seco
- Perejil fresco
- 1 Dientes de ajo
- Agua
- Pimienta negra
- Sal
Preparación: (30 min- Dificultad: Fácil)
- Secar la pechuga de pollo con papel de cocina, retirar los posibles restos de grasa y cortar en cubos del tamaño de un bocado.
- Disponerlos en un cuenco, salpimentar y mezclar con el zumo de limón, el vinagre, el aceite de oliva y el vino. Añadir el tomillo, el romero, el perejil lavado (una o dos cucharadas de cada, al gusto) y el diente de ajo muy picado.
- Remover, tapar y dejar reposar como mínimo 30 minutos. (Lo ideal es usar esta receta como reaprovechamiento del tronco de brócoli que nos haya sobrado de otro plato. Podemos usar una unidad grande o dos más pequeñas, depende del ejemplar.)
- Lavar el tallo del brócoli y separar las posibles hojas que tenga, reservándolas.
- Cortar la base del tronco y pelar ligeramente las partes más duras externas, con un pela-verduras o con un buen cuchillo afilado.
- Cortar en dos mitades longitudinales, y repetir la operación con cada una si fueran muy gruesas. Picar en piezas pequeñas.
- Calentar un poco de aceite en una sartén y añadir el pollo escurrido.
- Saltear a fuego vivo unos minutos hasta que se dore.
- Añadir el brócoli y un chorro de agua y dejar que se evapore la mayor parte del líquido.
- Salpimentar ligeramente y saltear hasta que la carne esté cocinada y el brócoli tierno.
- Añadir más perejil antes de servir.
Merezco cosas buenas para mi.
Patricia Gomez
nutricionbelieve@gmail.com