ENEMIGOS DEL SOBREPESO

Buenas Believers,

A la hora de afrontar un periodo de bajada de peso nos encontramos con varios “enemigos”, algunos de ellos son más habituales y estamos más familiarizados como las tentaciones, la adicción a la comida basura, la pereza, los hábitos insanos adquiridos con el tiempo etc.

Otros, son menos conocidos, pero no por ello menos importantes.  En este artículo le dedicamos un espacio al descanso y su calidad, y al entorno que nos rodea. Ambos aspectos influyen en tu proceso de pérdida de peso, y es importante que los conozcas y veas su influencia.

  1. HORAS Y CALIDAD DEL SUEÑO.

 Ya sabemos que una parte fundamental para poder perder peso es que la grelina y la leptina (hormonas que controlan el apetito) estén bien reguladas, ya que si éstas fallan podemos encontrarnos en la situación de no tener sensación de hambre cuando necesitamos nutrirnos, o de tener más hambre de lo normal y más veces al día.

Estas hormonas pueden verse afectadas por diferentes circunstancias, entre ellas una mala alimentación (alta en azúcares y cereales refinados), los productos light, el estrés, etc.

La grelina y la leptina generan unos desechos en el cerebro que deben limpiarse, de lo contrario, empiezan a segregarse y realizan sus funciones con dificultad, quedando acumulados en la corteza del cerebro. Este hecho puede provocar daños en el funcionamiento interno del cerebro, como pueden ser: falta de concentración, pensamiento repetitivo y pérdida de memoria en casos de mucha acumulación.

La limpieza de estos desechos se realiza en las horas de sueño, y para ello se precisa de un tiempo y unas condiciones, es decir, hemos de dormir las horas necesarias para que este proceso se complete (de 7 horas en hombres a 8 horas en mujeres) y hemos de lograr un estado de relajación para que la calidad del sueño sea óptima, y, por tanto, esta limpieza de desechos se realice correctamente.

En resumen: Si no dormimos las horas suficientes y de buena calidad se desajustan las hormonas que controlan el apetito y comemos más veces y más cantidad de lo necesario, llevando esto al sobrepeso.

Si te sientes identificado o identificada, y crees que tu sueño no es de calidad te proponemos tres trucos que deberás realizar por separado.

     1.1 CONSEJOS PARA MEJORAR LA CALIDAD DEL SUEÑO.

  • MEDITA, si no has meditado nunca te recomiendo que comiences por mindfulness, porque es sencilla y se notan los cambios en poco tiempo. Busca un curso online o presencial y comprueba sus resultados.
  • CONSUME SUPLEMENTACIÓN DE FIBRA DE PREBIÓTICOS, puede ser que la calidad de tu flora intestinal no sea la más adecuada, en tal caso, aparte de comer fruta y verdura a diario, te pueden ayudar los prebióticos, en herboristerías te asesorarán fácilmente.
  • COME KIWI, de todas, creemos que es la menos efectiva, pero puede que te dé resultados. Cena todas las noches un kiwi antes de dormir, prueba una semana y después valoras.

Estos son solo unos mini trucos y consejos, si después de llevarlos a cabo sigues con problemas, te aconsejo que vayas al médico, ya que la falta de sueño no solo afecta a tu peso sino también a tu salud física y mental.

  1. EL ENTORNO FAMILIAR.

 Otro enemigo importante a tener en cuenta es el entorno, pero cuidado porque a veces no somos racionales con la situación, por ello, además de explicarte vamos a ponerte posibles situaciones y la mejor manera para que te enfrentes a ellas.

Es cierto que tener una persona al lado comiendo pan (por ejemplo) cuando nosotros/as lo estamos intentando eliminar de nuestra alimentación, o que la familia quiera ir a un restaurante en concreto a comer frituras cuando nosotros/as no podemos, es una situación compleja, sobre todo las primeras veces. Pero también es cierto que somos nosotros quienes hemos decidido realizar un cambio de hábitos en nuestras vidas y no ellos/as.

Si te sientes identificado/a con lo que acabas de leer, te planteamos dos soluciones, la primera es racionalizar la situación, y la segunda hacerles comprender a ellos/as la tuya y tomar decisiones necesarias.

Racionalizar la situación sería que entiendas que tu problema es de hábitos, y que después de muchos años has instaurado en tu alimentación ciertas conductas que necesitas modificar, y esto conlleva un esfuerzo y un sacrificio, pero tuyo, no de toda la familia.

Sería injusto obligarles de algún modo a que se ajusten a ti, por mucho que a ti te gustaría, ya que es un acto que puedes agradecer si ocurre, pero no recriminar si no es así.

Entendiendo esto y sólo desde este punto, puedes pasar a la segunda acción, que ellos/as entiendan entonces que temporalmente y solo temporalmente hasta que modifiques tus hábitos y seas capaz de estar comiendo sano delante de quien come insano (se puede, te doy mi palabra), necesitas no pasar por ciertas situaciones.

O sea, que si tienes que comer solo-a durante una temporada o no ir a ciertos restaurantes porque sabes que lo pasas mal no lo hagas, y en este caso, al igual que tú fuiste empática y entendiste ellos/as deberán serlo contigo.

  1. CONCLUSIÓN.

Perder peso, no solo es una decisión, sino que es un proceso intenso que conlleva muchos reajustes en tu vida, y aunque bien es cierto que no es sencillo debido a la gran cantidad de “enemigos” que podemos encontrarnos, (hoy solo nos hemos centrado en dos) podemos asegurarte que merece la pena.

Y podemos asegurarte también, que llegará un día en el que todos esos cambios que hiciste serán acciones que tienes integradas en tu día a día, y vivirás de forma más plana y sana.

Esperamos haberte ayudado.

Un gran abrazo de parte del Equipo Believe.💚💚💚

 

 

 

 

 

Foto de Mujer creado por rawpixel.com – www.freepik.es

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