¡Muy buenas Believers!
Nuestra dieta necesita unos reajustes, y es que, en ocasiones nos encontramos con alimentos que no suelen estar en nuestra alimentación semanal y que son súper beneficiosos, y otros que no cuentan con ningún tipo de propiedades positivas y nos empeñamos en incorporarlos si o sí.
En este post vamos a centrarnos en dos alimentos en especial: la casquería y las harinas, descubriéndote algunas de sus realidades.
- PROPIEDADES DE LA CASQUERÍA.
En Believe nos gusta echar la vista al pasado y conocer nuestros orígenes, por eso, vamos a pensar de dónde venimos y a qué nos hemos adaptado para sobrevivir, así entenderemos muchas de las reacciones de nuestro cuerpo.
Para ello te lanzo unas preguntas ¿Crees que el hombre/ mujer paleolítica/a con carencia de comida no aprovechaba todo lo que podía ser alimento para él?, ¿has visto alguna vez un documental donde un lobo, un león o un puma cace a otro animal como una gacela?, ¿apartan algo porque no les gusta, o se comen todo lo que es digerible del animal cazado?
El ser humano, al igual que otros cazadores aprovechaba todo del animal cazado, y por este motivo de adaptación al ambiente, la casquería (hígado, corazón, lengua, etc.), tiene grandes beneficios de salud para nosotros.
Otra cosa es que, por creencias limitantes, hábitos, sabor o textura no los comas, pero si quieres tener una alimentación equilibrada la casquería debería de estar dentro de tu alimentación semanal.
Hay quienes piensan que el hígado puede ser perjudicial porque una de sus funciones es filtrar toxinas, pero en este sentido, hay que entender que las filtra, pero no las almacena, incluso como estos alimentos contienen “vitamina A” un exceso puede ser contradictorio, pero no lleva lo suficiente como para ser un problema.
No se encuentra ningún perjuicio dentro de la casquería reseñable, y sin embargo muchos aspectos positivos como son:
- Contienen triptófano, precursor de la serotonina
- Calidad de pelo, uñas y musculatura
- Altos en minerales (cobre, zinc, cromo) y vitaminas (B, A, K, D, E)
- Ayudan a prevenir la anemia.
- Contienen niveles altos de CoQ10, esencial para la función cardíaca.
- Son antioxidantes.
Creo que tienes razones de peso para que no te lo pienses más e introduzcas casquería en tu alimentación, ya que como ves da salud a tu organismo y tu cuerpo.
Tan solo ve probando algunas opciones, la mayoría de veces el “Yo no pruebo eso” en realidad es mental, y cuando superas esa creencia limitante descubres un alimento que te gusta y con grandes beneficios a nivel de salud
- LAS HARINAS VEGETALES
Lo primero que hay que entender es el funcionamiento del organismo, para luego comprender si un alimento es más sano o no.
Como hemos visto al comienzo de este artículo, el ser humano evolucionó con unos alimentos concretos y nosotros nos adaptamos a ellos, sacando el máximo beneficio de su composición tal y como nos lo daba la naturaleza.
En el mismo momento en que cambiamos su composición natural, modificamos su proceso de digestión y por tanto sus beneficios.
La industria no hace más que experimentar con los alimentos que la sociedad cree que son positivos como el garbanzo, buscando el mejor sabor posible, para aumentar su consumo y generar ingresos.
La harina de garbanzo, de calabacín o cualquier alimento que modifiquemos cambia sus propiedades, en este caso en concreto, aumenta su velocidad de digestión y por tanto su capacidad de convertirse en grasa.
O sea, un garbanzo es sano y su digestión es lenta, una harina de garbanzo tiene más posibilidades de convertirse en grasa.
Aún no se sabe el alcance del perjuicio que puede tener porque la industria no deja de inventar, y en ese periodo entre que inventa y se estudia, se aprovecha el desconocimiento que tenemos. Pero lo que sí está claro, es que al final, toda esta alimentación modificada acaba siendo insana.
El secreto no está en ver qué alimento me invento, sino en cómo genero unos hábitos sanos y trabajo mi problema por el que no aguanto las tentaciones, problema que siempre reside en hábitos insanos, adicción o emociones mal gestionadas.
- CONCLUSIÓN.
Como has podido ver a lo largo de todo este artículo, sería más que saludable reajustar tu dieta, incorporando nuevos alimentos y desechando otros. De lo que se trata es de conocer, saber qué me aporta salud, y qué no, y en base a esto, comenzar los cambios.
Recuerda: los cambios son posibles siempre que creas en ellos. El Equipo Believe confía en ti ¡puedes hacerlo!, así que a por todas.
Si te gustan los artículos que lees, y quieres que hablemos de un tema en concreto, por favor, escribe a asesoríabelieve@gmail.com con tu petición.
Gracias y un abrazo Believe.